
En la actualidad se teme a aplicar la disciplina, a emplear voz en alto cuando resulta necesario. Autoridad suena a autoritarismo.
Pasamos de unos extremos a otros. De una educación militarizada con clases magistrales y una relación enseñanza -aprendizaje, profesor- alumno como proceso unidireccional....a una educación con un proceso sin dirección y una disciplina casi anárquica en muchas ocasiones.
La dirección del aprendizaje ideal debería ser bi direccional alumno-profesor y en cuanto a la disciplina la autodisciplina. Pero para llegar a este concepto se tienen que construir fuertes bases en donde el respeto debe ser el cimiento de dicha construcción.
El alumno, el niño, el joven, el ser humano en formación, necesita conocer sus limitaciones, los límites, las normas. Esto no es contrario a libertad, sino un pilar en su construcción.
Los niños y jóvenes en la actualidad piden a gritos que sus padres y el colegio les pongan límites, evidentemente esos límites serán consensuados, coherentes y democráticos. Dejando cada rol en claro y explicando con fundamento porque hemos de respetar las normas. Un ejemplo: tengo una parcela de campo y le pongo cercos para delimitar mi espacio (límite), dentro de mi espacio me muevo en libertad.
Flor
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